El tratamiento psicoanalítico no se limita a la terapia de situaciones del pasado, como a veces se cree, sino que opera sobre el presente de las personas que deciden tratarse, transformándolo, y construyendo un futuro más sano y satisfactorio que el que se venía dando.
Hay que saber que no es necesario estar enfermo para psicoanalizarse, ya que pueden obtenerse numerosas ganancias de un orden psíquico y relacional, que aumentan la calidad de vida. El psicoanálisis es eficaz tanto en la salud como en la enfermedad.
Los problemas por los que se puede consultar son muchos y variados, puesto que la aplicación de la terapia psicoanalítica, resulta muy útil en el tratamiento de cualquier conflicto.
Conviene aceptar que cuando las cosas se ponen difíciles, hay que dejarse ayudar por quien puede hacerlo, y de esa manera se evitan mayores problemas en el futuro mediato e inmediato. Es cosa sabida que cuando se trata de los seres humanos, resulta más sencillo y económico (tanto en el sentido material como en el psicológico) y menos doloroso, abordar problemáticas recientes, antes que situaciones enquistadas en el tiempo.